-"Viene a por mí, viene a por mí" gritaba Alma, la última paciente que había ingresado en ese psiquiátrico de pesadilla, antes de desplomarse en el suelo.
La habían encerrado sus padres, preocupados por el extraño comportamiento que había adoptado a raíz de el encuentro con una "vampira" que la niña aseguraba haber tenido. Desde ese instante Alma cambió, se encerró en su habitación con varias cruces puestas en forma de L (la inicial de su enemiga vampírica) , pedazos de madera que afirmaba que eran estacas e incluso consiguió agua bendita, se preparaba para lo que, según ella, sería el re-encuentro con su atacante no muerto.
Alma volvió en si, sus celadores la habían despertado pero como aún estaba agitada la ataron a la cama y,desde la cama vió que cuando sus celadores cerraron la puerta ella estaba ahí y sus blancos ojos fueron lo último que vió antes de que la oscuridad de la muerte la atrapara.
¿Y por qué se esto? Porque yo fuí la causate de sus temores, la causante de su perdición. Porque yo fui, soy y seré, para siempre, Lillith.
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