domingo, 3 de abril de 2011
To do...
Mi madre siempre me recuerda la historia suya con su abuela, de pequeña le negó un beso y cuando ella murió mi madre se sintió culpable. Cuando peleo con ella siempre me dice: “Por esto no me niegues un beso, recuerda lo que me pasó con mi abuela” y consigue conmoverme. Gracias a esa historia me he dado cuenta de que la vida es algo fugaz, cuando quieras decir algo dilo, cuando quieras hacer algo hazlo, porque no sabes qué pasará si lo dejas de hacer, no sabes si tendrás otra oportunidad para hacerlo y si lo dejas de hacer te sentirás culpable toda la vida, tal vez una palabra tuya consiga cambiar el orden de las cosas, si no te arriesgas morirás en silencio y con la duda corrompiéndote del por qué no lo hice, por qué dejé pasar la oportunidad. Piensa que, al cruzar la calle puedes morir atropellado y esa cantidad de cosas que jamás dijiste se quedarán en el viento y no llegarán a su destino. Arriesgar o perderlo todo esa es la cuestion.
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